Summary: | <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;"><span style="font-size: 12.0pt; font-family: ";Arial";,";sans-serif";; mso-bidi-font-style: italic;">El Código de Montreal (1961), en su Apéndice II ("Nomina Familiarum Conservanda"), manda que debe "conservarse" o "retenerse" el nombre Copparaceae para esta familia botánica, y por lo tanto rechazarse la tradicional denominación Capparidaceae de muy largo uso. No obstante, estoy de acuerdo con el razonamiento planteado hace dos años por Frank S. Crosswhite y Hugh H. Iltis<sup>1</sup> en pro de la conservación de Capparidaceae. Entre las razones de peso, tanto filológicas como históricas y prácticas, que Crosswhite e Iltis aducen en favor de la grafía tradicional, merece destacarse la de que mal puede "conservarse" Capparaceae por cuanto ésta es una grafía nueva, que nació -por así decir- en la mencionada lista de "Nomina Familiarum Conservanda" del Código de Montreal hace apenas siete años; y por cierto sin que nadie la propusiera formalmente mediante publicación motivada, pues la única</span><span style="font-size: 12.0pt; font-family: ";Arial";,";sans-serif";; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-font-style: italic;"> proposición al respecto anterior al Congreso<sup>2</sup> se refiere a Capparidaceae.</span></p>
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