Summary: | La guerra civil en el Líbano (1975-90) constituye un ejemplo de conflicto que engloba tanto a actores nacionales como internacionales, pero la interpretación de sus causas ha sido discutida. Así, hay quienes la han visto como el resultado de factores internos, mientras que otros señalan que fue un escenario de enfrentamiento entre potencias regionales y mundiales mediante aliados interpuestos. Este artículo repasa las distintas explicaciones de los conflictos civiles y evalúa su adecuación al caso libanés. Así, se considera que esta guerra civil fue un claro ejemplo de conflicto multicausal, ya que fueron la debilidad del Estado libanés y la fortaleza de los vínculos clientelistas los que favorecieron su estallido, junto con la actitud de los dirigentes, siempre proclives a los pactos transnacionales que pudieran reforzar su posición. Todo ello dentro de un contexto regional fuertemente polarizado por el conflicto árabe-israelí y por la tensión Este-Oeste, en el que los países vecinos tendieron a utilizar el conflicto libanés para lograr ventajas relativas. Pero si la guerra comenzó sobre todo gracias a factores endógenos, su prolongación en el tiempo se debió sobre todo a la injerencia exterior. Por ello, el final sólo fue posible cuando el contexto internacional se hizo más favorable, de manera que Siria pudo imponer un acuerdo de paz basado en su hegemonía.
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