¿Qué Europa necesita la Unión? Reflexiones en torno al proyecto de Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa

El rechazo del proyecto de Constitución europea en Francia y los Países Bajos, ha dejado inevitablemente a la Unión en una crisis que hace indispensable la búsqueda de alternativas. Dentro de esta búsqueda, una posibilidad es la de ver hacia atrás, en la historia, con el objeto de encontrar resp...

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Bibliographic Details
Main Author: Raúl Pérez Johnston
Format: Article
Language:English
Published: Universidad de La Sabana 2005-01-01
Series:Díkaion
Online Access:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72001408
Description
Summary:El rechazo del proyecto de Constitución europea en Francia y los Países Bajos, ha dejado inevitablemente a la Unión en una crisis que hace indispensable la búsqueda de alternativas. Dentro de esta búsqueda, una posibilidad es la de ver hacia atrás, en la historia, con el objeto de encontrar respuestas. Un posible camino para explorar es cómo las Trece Colonias asentadas en el territorio de lo que es hoy Estados Unidos, lograron sobreponerse a sus dificultades para la creación de una unión perpetua, tal como los europeos quisieran llegar a construir. En este sentido, los procesos de integración estadounidense y europeo, a pesar de dos siglos de distancia, parecieran tan similares que una comparación entre ambos no puede ser ignorada, no obstante ciertas diferencias reales. La tendencia parece ser tan compatible que se hace necesario para la Unión Europea aprender de la experiencia de las antiguas colonias del territorio estadounidense en el siglo XVIII. Siendo esto así, el proceso de integración europeo puede identificarse en un camino intermedio entre una mera alianza de Estados y una federación. A pesar de su peculiaridad, el proceso natural de evolución de la Unión Europea pareciera sugerir que un estado federado es la única alternativa a largo plazo para crear un cuerpo funcional y que el proyecto de Constitución que se discute sería un documento de mera transición en esta tendencia. De igual forma, existe una necesidad real de ir creando un demos europeo y de empezar a tener la voluntad política para dar pasos más serios de integraci ón, sobrepasando prejuicios que han estado muy enraizados; pero, en lugar de crear "una" nación, los pueblos de Europa parecen seguir perdidos en sus querellas internas. A menos que los europeos se den cuenta de esta circunstancia fatal y sigan un camino similar al de los Estados Unidos, parecería que la Unión está entrando en un modo autodestructivo, especialmente ahora que la Constitución está agonizante.
ISSN:0120-8942
2027-5366