Summary: | Este texto reflexiona sobre el reconocimiento y el trabajo en la sociedad actual, enfocando la relación del reconocimiento y el sufrimiento laboral, así como el impacto en los cuerpos. Habitamos un tiempo de incertidumbre y en el conjunto de las condiciones agotadas no comprendemos aún con claridad qué es lo que viene a sustituirlas. Las líneas de pensamiento que presentaban a un sujeto seguro de sí, capaz de encontrarse a sí mismo, aparentemente satisfecho por la realización de su trabajo, aquella posibilidad de existir en un mundo orgánico, coherente, con pretensiones de orden y progreso, encubren la maraña de furia y de miedo que se esconde tras los procesos civilizatorios. La cadena narrativa lineal que fundaba un sentido, el ideal de tener un lugar sólido en el mundo, hoy ha estallado, sin que necesariamente esto implique una catástrofe; por el contrario, puede implicar nuevas y diferentes maneras de estar en el mundo. El cuerpo, nuestros cuerpos, están insertos en una forma de vida, insertos en un mundo, que contiene reglas prácticas, que constituyen y moldean esas prácticas. El cuerpo se reestructura y se metamorfosea según las condiciones de su habitar en el mundo. A título ilustrativo, se presenta una experiencia de talleres realizados con jóvenes de entre 18 y 29 años, en situación de vulnerabildad social (dos cuadrillas de jóvenes que, a través de convenios socioeducativo-laborales en Montevideo, realizan tareas de limpieza y mantenimiento), de la que surgen algunas manifestaciones y expresiones de los jóvenes y reflexiones acerca de cómo vivencian sus cuerpos.
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