Summary: | La salud es un derecho no una mercancía. Las instituciones tienen la obligación de procurar el acceso a la salud. La salud no es sólo la ausencia de enfermedad sino el estado de plenitud física, psíquica y social. Ello condiciona que existan determinantes sociales que influyen de forma decisiva en los niveles de salud. La crisis, los recortes y la austeridad han condicionado un aumento escandaloso de los niveles de desempleo, de pobreza y han disminuido mucho las personas de clase media. Las desigualdades sociales han aumentado de forma notable y ello significa peores niveles de salud. La acción política en el ámbito municipal puede ser una oportunidad para hacer disminuir estas desigualdades sociales y mejorar la salubridad de nuestros barrios y ciudades. Los movimientos sociales y ciudadanos tienen que comprometerse con los ayuntamientos para conseguir estos inexcusables objetivos.
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