Summary: | Nuestros caminos convergieron en el año 2013, que fue entonces cuando tuve la fortuna de que fuera mi maestro, pero sobre todo, tuve la oportunidad de aprender de él en las aulas de la escuela de medicina de la Universidad Marista de Mérida. Mucho más allá de ser el profesor de la cátedra de neumología, el Dr. Torre Bolio nos instruyó, tanto en aspectos académicos, como humanos, teniendo para con nosotros, sus afortunados alumnos, un trato cálido, siempre con la mayor disponibilidad de enseñar con una sonrisa, pero a la vez templado por su seriedad y formalidad.
De voz de sus colegas pude escuchar algunos comentarios con respecto al Dr. Javier, entre los que destacan: “¡Un Médico íntegro! Tuvimos oportunidad de trabajar juntos a nivel hospitalario -y he de decir- que irradiaba humanidad y trato profesional. Un excelente académico que estoy seguro deja huella en muchos médicos en formación. "Un hombre bueno. Javier vive en nosotros.” Dr. LAMT, en comunicación personal. “Un caballero… dirigido hacia la constante enseñanza de que la medicina, no es medicina y el médico, no es médico si no es capaz de tener como objetivo primario el de servir a las demás personas y ser capaz de poner de primero al prójimo". -MIP OJAI-
El Dr. Torre Bolio, a través de cada anécdota y cada relato, nos dejaba una enseñanza de vida, con el objetivo de forjar nuestra personalidad y mejorar nuestra actitud, buscando que desarrollemos y reforcemos las habilidades deseables para enfrentar las viscisitudes que enfrentaríamos como médicos y miembros de la sociedad.
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