Summary: | Los últimos veinte años han asistido a un estallido en la investigación y la teoría sobre las emociones en la protesta y los movimientos sociales. Por un lado, algunas afirmaciones teóricas generales destacaron su importancia en diversos aspectos de la acción política; por el otro, se han reconocido los principios e influencia de ciertas emociones específicas como mecanismos causales. Este artículo ofrece algo intermedio: una tipología del proceso emocional orientada no solo mostrar que no todas las emociones funcionan de la misma forma, sino también a incentivar el estudio de la manera en que ellas interactúan entre sí. Esto debería también ayudar a superar una sospecha subyacente relacionada con que las emociones son irracionales, así como en el otro extremo evitar caer en una reacción exagerada, concretamente: que la manifestación de emociones siempre ayuda (y nunca perjudica) a la movilización y los objetivos de la protesta.
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