Summary: | Gracias a la implementación de determinados paradigmas de la Psicología del aprendizaje, el alumno ha llegado a convertirse en un individuo autorreflexivo, proactivo y automotivado. Sin embargo, la enseñanza del arte dancístico sigue adoleciendo de un desconocimiento de los procesos cognitivos, afectivos, emocionales y motivacionales que conforman el aprendizaje, a menudo centrado únicamente en la consecución de resultados técnicos concretos. La optimización de los procesos de E-A en la danza, objeto de este análisis, implica una renovación conceptual que afecta tanto a los aspectos psicopedagógicos como a la relación que docente y discente adoptan en dichos procesos formativos.
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