Summary: | En los últimos tiempos, la distribución del ingreso ha probado ser uno de los determinantes más importantes del desarrollo económico. Así, la relación entre los dos ha sido una fuente constante de debate. Algunos plantean que la desigualdad es una precursora necesaria al crecimiento económico, dado que quien posee mayor poder económico puede contribuir más al crecimiento económico; si crece una economía, todos resultarán beneficiados en términos absolutos, aun si la desigualdad no se disminuye. Otros plantean que una mayor igualdad económica es una condición necesaria para cualquier crecimiento económico sostenido. En términos históricos, el argumento de que periodos de liberalización económica han traído mayor crecimiento y no necesariamente una mayor desigualdad, tiene fallas graves, entre ellas la insostenibilidad económica de tales periodos. Durante la época de la globalización, sobra evidencia de la desigualdad creciente de ingresos. Sin embargo, tal situación no solamente conlleva implicaciones económicas. La desigualdad económica, también equivale a una distribución desigual de poder. Conforme con la profundización de la brecha entre el ideal democrático de la igualdad política y la creciente desigualdad económica, los riesgos del colapso del sistema también aumentan. Con la transición del capitalismo a una época inédita, nuevas formas de democracía también tienen que ser examinadas.
|