Summary: | En el año 2008 se creó en Japón el furusato noozei, que es un mecanismo de crowdfunding que tiene diversas finalidades y objetivos. Por un lado, se pretende que los ciudadanos retornen a su ciudad natal parte de los beneficios que obtuvo por ser beneficiario del gasto público local. Por otra parte, se pretende mejorar la financiación de los entes locales. Asimismo, es un mecanismo que busca fomentar el consumo de producto local y, de esa manera, potenciar la riqueza de los municipios, haciendo atractivo a los ciudadanos permanecer en ellos en lugar de irse a zonas más pobladas. El furusato ha generado diversos problemas de implementación como la entrega de bienes de valor excesivo o de productos que no se fabricaban en el territorio de recepción de la donación. Por esta razón se expulsó a la ciudad de Izumisano del modelo, aunque ésta recurrió y la Corte Suprema Japonesa les dio la razón en la sentencia de 30 de junio de 2020 que es objeto del presente trabajo. Tras la sentencia se volvió a incorporar la ciudad de Izumisano al sistema del furusato noozei.
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