Summary: | Junto con los elementos culturales, las prácticas y comportamientos sociales castellanos fueron llevados a América desde los primeros momentos de la conquista. En los primeros tiempos del virreinato de Nueva España se pueden ver claramente esas prácticas en lo que se refiere a la consideración de la nobleza de sangre. El presente trabajo analiza la trascendencia del linaje y de la sangre, más allá de los condicionantes étnicos, como fenómeno social en el espacio del actual México. Para ello se centra, a través de ejemplos bien significativos, en los tres grandes grupos tradicionales de división estamental: la baja nobleza (los hidalgos, básicamente), los caballeros y los aristócratas.
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