Summary: | Fantasear una historia del arte hereje, blasfema. Una historia sacrílega,
iconoclasta, que pervierta la intocable madona con el niño, la niña, la madre
y la señora, siempre virgen, santa, sumisa, entregada, sometida. Desear una
historia del arte sucia, pornográfica, degenerada, que desborde, deforme,
travista las ficciones somáticas administradas por la escritura cis, heterosexual
de la blancura académica. Ansiar una historia del arte hacker, cyborg, protésica,
que desmonte la relación histérica y carnal entre imagen y poder. Pulsar una
escritura de la historia del arte cuir como resistencia a la normalización, contra el
dogmatismo del lenguaje académico.
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