Summary: | Con la incorporación del capital japonés en el sector automotriz argentino, se utilizan intensamente
las técnicas japonesas de organización del trabajo. Este artículo tiene como propósito estudiar
las relaciones laborales en una empresa de capitales japoneses en Argentina, con especial atención
en la relación entre la implementación del sistema de producción y la acción sindical. Los resultados
revelan que factores culturales y políticos impidieron a la empresa contar con una representación sindical
en la planta que se adapte fácilmente a sus necesidades, esto fue resistido por el sindicato el
cual impuso una representación controlada por un sindicato de rama. Sin embargo la puja por la representación
gremial derivó en el abandono de resistencia a imposiciones de la empresa, la cual si
bien no pudo imponer un sindicato propio, intentó permear a los representantes obreros con su cultura
e intereses, quienes al filtrar esta pretensión desarrollaron una actitud reivindicativa propia que se
inserta en misma lógica. En definitiva el proceso de construcción de legitimidad para los delegados
de planta se inserta en una doble tensión. Por un lado si desarrollan una lógica cercana a la que plantea
el sindicato corren el peligro de perder adherentes a los trabajadores, por otro lado, si adoptan patrones
de comportamiento fieles a los valores transmitidos por la empresa se distanciarán definitivamente
de la asociación gremial perdiendo respaldo y debilitando su capacidad de resistencia con la
empresa. Se concluye que en cada formación económico-social la interacción entre los sujetos específicos
de la relación capital- trabajo vigente adquiere particularidades que tienen relación con la evolución
del proceso cultural y político que permea la relación de fuerzas en la empresa.
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