Ni la cultura está enferma, ni la enfermedad puede con ella

“Con mucho, lo más terrible de toda la enfermedad era el abatimiento que se apoderaba de uno cuando se daba cuenta de que había contraído el mal, porque entregando al punto su espíritu a la desesperación, se abandonaban por completo sin intentar resistir”. Con esta frase describe Tucídides uno de lo...

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Bibliographic Details
Main Author: Consejo Editorial de Periférica
Format: Article
Language:Spanish
Published: Universidad de Cádiz 2020-12-01
Series:Periférica
Online Access:https://revistas.uca.es/index.php/periferica/article/view/7110
Description
Summary:“Con mucho, lo más terrible de toda la enfermedad era el abatimiento que se apoderaba de uno cuando se daba cuenta de que había contraído el mal, porque entregando al punto su espíritu a la desesperación, se abandonaban por completo sin intentar resistir”. Con esta frase describe Tucídides uno de los nocivos efectos de la peste que asoló la ciudad de Atenas en el 429 a. C. y que inició su decadencia. Ya entonces las secuelas psicológicas sobre el ánimo de la gente no eran menos intensas que los estragos físicos de las epidemias. Por fortuna, nuestros conocimientos actuales nos hacen menos frágiles aunque no inmunes, como hemos podido comprobar en la pandemia que nos ha azotado durante el año 2020. Una epidemia mundial que, además de atacar la vida de las personas, también ha quebrado economías y sociedades. ¿Y la cultura? ¿Qué ha sido del sector cultural? Obviamente, no ha escapado de sus efectos. De hecho, su debilidad como sector ha subrayado aún más su vulnerabilidad. Tanto el confinamiento como las medidas restrictivas han supuesto un serio impacto sobre los procesos de producción, distribución y consumo cultural en toda Europa. Sin embargo lo que si nos hace excepcionales respecto a otros grandes países de la Unión Europea es la débil situación de partida de nues- tro sector, peor regulado y menos integrado en el estado del bienestar que en las naciones europeas de referencia.   Palabras clave: debate, resiliencia, crisis, concenso político, cultura, ciudadanía.   Neither culture is sick, nor disease can with it   Abstract:"By far the most terrible thing of all the disease to try was the despondency that took hold of one when he realized that he had contracted the evil, because giving his spirit to the point of despair, they abandoned themselves completely without resisting." With this phrase, Thucydides describes one of the harmful effects of the plague that ravaged the city of Athens in 429 BC. C. and that began its decline. Even then, the psychological consequences on people's minds were no less intense than the physical ravages of epidemics. Fortunately, our current knowledge makes us less fragile but not immune, as we have seen in the pandemic that has hit us in 2020.A global epidemic that, in addition to attacking people's lives, has also bankrupted economies and societies.What about culture? What has become of the cultural sector? Obviously, it has not escaped its effects. In fact, its weakness as a sector has further underscored its vulnerability. Both the confinement and the restrictive measures have seriously affected the processes of production, distribution and cultural consumption throughout Europe. However, what makes us exceptional compared to other large European Union countries is the weak starting situation of our sector, which is less regulated and less integrated into the welfare state than in the reference European nations.   Keywords: debate, resilience, crisis, political consensus, culture, citizenship.   Artículo recibido: 08/10/2020 / Artículo aceptado: 15/10/2020
ISSN:1577-1172
2445-2696