Summary: | Caché/Escondido (2005) representa dentro de la filmografía de Michael Haneke el ejemplo más destacado de síntesis de los planteamientos formales e ideológicos del cineasta austriaco. Este artículo analiza el filme como manifiesto cinematográfico y como explotación de las convenciones genéricas para construir un modelo de espectador reflexivo. La investigación del modo en que el director plantea y abandona las técnicas del suspense aporta claves para explicar el éxito casi unánime de crítica y la respuesta mucho menos homogénea de las audiencias. El desencadenante de la trama, unas cintas de vídeo que reciben los Laurent, es alusión directa a Carretera Perdida (1997) de David Lynch; no obstante, el misterio acerca del autor de la videovigilancia pierde interés en relación al sentimiento de culpa que desencadena en el protagonista. El episodio infantil de celos y venganza hacia un niño argelino y la actitud del Georges adulto representan una alegoría de la relación de Francia con su pasado colonial que tampoco cierra la narración de Haneke. Es precisamente la apertura formal con que el filme (des)estructura cuestiones actuales como el límite entre la responsabilidad individual y colectiva lo que conforma un espectador tan distanciado de la diégesis como consciente de su propio papel de observador.
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