Summary: | Partiendo de la inversión del algoritmo saussureano realizada por Jaques Lacan, pretendemos hacer una lectura de sus efectos una vez introducida en el campo del psicoanálisis. Retomamos la idea según la cual la barra que separa los términos es resistente a la significación. Se pone entonces en cuestión que la lengua pueda cubrir el campo del significado en su totalidad, el significado es producido por el significante. Este es un gesto teórico que permite a Lacan hacer su “retorno a Freud” con la formalización de la cual el maestro vienés careció. Consideramos aquí los avatares que dicho concepto trajo aparejado, acompañando nuestra lectura con disímiles comentadores quienes ponen énfasis en diferentes aspectos del término en cuestión. Finalmente asistimos a cierto desplazamiento en las teorizaciones lacanianas, que parecen acercarse al signo tal como los estoicos lo concebían, pasando de una lógica binaria (significado/significante) a una ternaria (lo significado, lo significante, y lo que resulta el caso [tinjanon]). Refiriéndose explícitamente a Crisipo, y más precisamente al hecho de que su signo no es el mismo que pregonaron las lecturas tradicionales del de Saussure, Lacan va a poder desarrollar el punto clave de la acción de la interpretación en la clínica psicoanalítica: la introducción de lo vivo del cuerpo - la voz- en lalangue.
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