Summary: | Introducción: El trauma es una epidemia en las sociedades modernas. La causa de muerte más frecuente en pacientes traumatizados es la pérdida masiva de sangre, lo cual puede ocurrir en el lugar mismo del trauma o después de aplicar medidas de reanimación en los servicios de urgencias. El objetivo de este trabajo es la revisión de los pacientes con diagnóstico de pérdida sanguínea masiva atendidos en un servicio de trauma de referencia en Estados Unidos. Materiales y métodos: Se realizó una revisión de los registros clínicos de los pacientes con diagnóstico de pérdida masiva de sangre (sangrado>2000 ml en el intraoperatorio o necesidad de transfusión de más de 1500 ml) en el Centro de Trauma del Hospital del Condado de Los Ángeles de la University of Southern California (Los Angeles County and University of Southern California Medical Center). Se recolectó la información de las variables demográficas, clínicas y de gravedad del trauma, lo mismo que los desenlaces de morbimortalidad. Se realizó un análisis para determinar los factores de riesgo relacionados con la muerte. Resultados: Se incluyeron 548 pacientes. El 82% sufrieron lesiones penetrantes. El valor medio del RTS fue de 4,38±3,31 y el del ISS fue de 32±20. La mortalidad global fue de 69%. El análisis de regresión logística identificó los siguientes factores pronósticos independientes de supervivencia: ISS<20, presencia de respiración espontánea en el servicio de urgencias, reanimación con menos de 4.000 ml de concentrados de hematíes, ausencia de necesidad de toracotomía de urgencia y ausencia de lesiones vasculares abdominales. Conclusión: La pérdida masiva de sangre es una entidad clínica que requiere un pensamiento rápido y una actitud quirúrgica agresiva. El tratamiento debe ir dirigido al control de la hemorragia, seguido de una cuidadosa monitorización y reanimación. La supervivencia de estos enfermos puede estimarse por algunos signos clínicos y parámetros fisiológicos, que son los que deben gobernar la toma de decisiones.<br>Background: The objectives of this study were to investigate the relationship between survival and patient characteristics, such as vital signs, mechanisms of injury, and management, as well as to determine if levels of pH, temperature, and blood loss can predict survival. Materials and methods: A retrospective 72-month-study performed at Los Angeles County and University of Southern California Medical Center, including patients with diagnosis of exsanguination. Inclusion criteria: intraoperative blood loss of >2,000 ml, transfusion of packed red blood cells of >1,500 ml during the resuscitation period. Exclusion criteria: patients younger than 18 years old. Other information collected included age, gender, mechanisms of injury, vital signs on arrival, presence of spontaneous respiration, pulse, movements of the extremities, electrical cardiac activity, need of orotracheal intubation and cardio-pulmonar resuscitation. Injury Severity Score (ISS), Revised Trauma Score (RTS), and Glasgow Coma Scale (GCS) were also recorded. Analysis was made in two phases: -death vs. survival in Emergency Department (ED), and death vs. survival in operating room (OR). Analysis was performed using t-Student test. Results: 548 patients were identified. Penetrating injuries: 82% vs. blunt injuries: 18%. Vital signs in ED: mean systolic blood pressure 63±54 mm Hg (range: 30-198), mean heart rate 78±55 beats per minute (range: 18-180). Mean RTS: 4,38; mean ISS 32. Mean OR pH 7.15, and temperature 34.3°C. Mortality was 69% (379 out of 548). Analysis phase 1: Logistic regression. Independent risk factors for survival - penetrating trauma, spontaneous ventilation, and no ED thoracotomy (p<0.001). Analysis phase 2: Logistic regression. Independent risk factors for survival: ISS<20, spontaneous ventilation in ED, OR packed red blood cells replacement < 4,000 ml, no ED or OR thoracotomy, and absence of abdominal vascular injury (p<0.001). Conclusions: Survival rates can be predicted in this patient population. Damage control should be instituted following these guidelines.
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