Summary: | RESUMEN: En términos generales podemos afirmar que los cristianos del siglo IV contraían matrimonio todavía de la misma forma que sus contemporáneos paganos. Varios autores de esta época y anteriores se refieren a una celebración litúrgica ante la Iglesia, presidida por el sacerdote, quien otorgaba finalmente su bendición a los recién casados. Sin embargo, no existía ninguna ley eclesiástica que obligara a los cristianos a casarse mediante una ceremonia religiosa. Esto era una cuestión de costumbre o de conveniencias, pero no una condición para la validez del matrimonio; el simple intercambio del consentimiento era suficiente. En realidad, el rito religioso no llegó a ser obligatorio en Oriente hasta finales del siglo IX, por una disposición del emperador León VI el Sabio, y en Occidente mucho después, con el Concilio de Trento.
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