Las Hiperlipidemias - Educación Médica, Ciencia y Humanismo
<p>Para poder circular en la sangre, los lípidos plasmáticos se solubilizan incorporándose a las partículas llamadas lipoproteínas que los transportan para su metabolismo.</p><p>El núcleo central de la lipoproteína o “core” contiene lípidos no polares: trigl...
Main Authors: | , |
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Format: | Article |
Language: | Spanish |
Published: |
Editorial Kimpres
1991-12-01
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Series: | Medicina |
Subjects: | |
Online Access: | http://revistamedicina.net/ojsanm/index.php/Revistamedicina/article/view/974 |
Summary: | <p>Para poder circular en la sangre, los lípidos plasmáticos se solubilizan incorporándose a las partículas llamadas lipoproteínas que los transportan para su metabolismo.</p><p>El núcleo central de la lipoproteína o “core” contiene lípidos no polares: triglicéridos y ésteres de colesterol, mientras que la capa superficial contiene apoproteínas fosfolípidos y colesterol libre. </p><p><strong>Metabolismo de la lipoproteinas</strong></p><p>La composición de las diferentes lipoproteínas es importante por su potencial aterogénico o antiaterogénico. Las de baja densidad (LDL, Low Density Lipoproteins) ricas en colesterol, son las más implicadas en la fisiopatología de la enfermedad coronaria, al tiempo que se reconoce el efecto “protector” del colesterol contenido en algunas de las sub fracciones de las de alta densidad (HDL), particularmente la subfracción 2. Las lipoproteínas transportadoras de triglicéridos, o sea los quilomicrones para los exógenos y las de muy baja densidad (VLDL, Very Low Density Lipoproteins) para los endógenos, tienen una importancia relativa en lo que a enfermedad coronaria prematura se refiere, pero juegan un papel importante en la génesis de pancreatitis y aparición de xantomas. <br />Una dieta americana no modificada contiene 100 veces más triglicéridos que colesterol. La absorción de ambos se hace a nivel intestinal, aunque tanto triglicéridos como colesterol son también producidos por el hígado.</p><p>En el metabolismo de las lipoproteínas intervienen las diferentes apoproteínas que se fijan a receptores tisulares específicos donde sufren la acción de enzimas como la lipoproteína-lipasa (que desdobla triglicéridos) la LCAT (Lecitin Colesterol Acil Transferasa) que origina ésteres de colesterol y lisolecitina. para que los primeros sean transportados al hígado por vía HDL y excretados por la bilis o la HMG-CoA reductasa (Hidroxi Metil Glutaril-CoA-reductasa) que interviene en la producción endógena de colesterol pero que se inhibe al aumentar el colesterol libre intracelular, después de que la LDL se “internaliza” por endocitosis, previo contacto con su receptor...</p><p>___________________________________________</p><p><strong>RESUMEN EDUCACIÓN MÉDICA, CIENCIA Y HUMANISMO</strong></p><p>A medida que, en la segunda mitad del siglo XX, se ha luchado por hacer de la medicina una profesión más científica, hasta el punto de que se hable hoy en día de las “ciencias biomédicas”, y de que ese enfoque científico trate de inculcarse desde más temprano en la formación profesional, parecería que se viene estableciendo un dilema entre las humanidades y la ciencia. No porque el humanismo – aquel conjunto de conocimientos, de artes y de cultura, en fin, de “letras humanas”, que coloca al hombre en el centro del universo como ”la medida de todas las cosas” en el sentido de Protágoras – haya tenido, sobre todo a partir del Renacimiento, la ventaja del libro y de la comunicación escrita, no por ello, decimos, su divulgación actual y su generalización son menos complicadas que lo que han sido los esfuerzos recientes por establecer una cultura científica, sobre todo en nuestros pueblos latinoamericanos.</p><p>Un análisis de las publicaciones o divulgaciones especializadas en temas de cultura y humanismo nos daría, sin duda, una gráfica de ascenso exponencial similar a la que ha mostrado Ziman (1) para las publicaciones científicas a partir del siglo XIX. Pero de ello no puede concluirse, sin embargo, que nuestras masas de educandos sean más cultas o más científicas, ni de que el énfasis hacia uno u otro lado haya hecho variar, con mucho, la calidad del producto médico que pretendemos formar. De ese aparente dilema queremos ocupamos en los minutos siguientes.</p><p>Surge, como primer interrogante, el tratar de ver qué hacen nuestros sistemas educativos y en qué forma esa educación prepara a nuestros estudiantes para las humanidades o para la ciencia. Esta es una pregunta planteada desde muy antiguo y que se agudizó, obviamente, a partir de la revolución industrial, cuando se vió que la ciencia y la tecnología eran capaces de modificar cada vez más no sólo el medio (externo e interno) sino el pensamiento mismo y el estilo de vida del hombre.</p><p>Lejos han quedado ya, afortunadamente, los conflictos decimonónicos entre la conciencia religiosa y el llamado positivismo de la ciencia moderna. Otros autores, como Rabinowitch, plantearon hace años ese conflicto entre humanidades y ciencia gara la moderna educación norteamericana o mundial 2), pero esa aparente alternativa, diría yo, sigue sin resolverse y más bien adquiere un movimiento pendular, de acuerdo con las épocas y las circunstancias. En ocasiones se hace más énfasis sobre la necesidad de estudios humanísticos y en otras se da más peso relativo a las ciencias...</p> |
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ISSN: | 0120-5498 2389-8356 |