Summary: | Este artículo versa sobre los ejecutivos del sector bancario, grupo socio-profesional considerado privilegiado. Sin embargo, un análisis de las trayectorias de estos ejecutivos, hombres y mujeres, a través de entrevistas en profundidad, evidencian las tensiones entre vida profesional y vida conyugal: están obligados a aceptar mobilidades geográficas para ellos mismos y su familia para asegurarse una carrera. El modelo clásico de la división de la división sexual del trabajo dentro de las parejas pone al asalariado en una doble obligación de éxito frente a su empleador, frente a su familia que consiente "seguirle" en su nomadismo profesional. Las contradicciones observadas, factores de desestabilización, pueden convertirse en factores de resistencia cuando esos ejecutivos rechazan el coste conyugal de una mobilidad geográfica y que las parejas se opengan a los imperativos manageriales.
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