Summary: | En diciembre de 1910, en Cartagena, ciudad-puerto importante del norte colombiano, se llevaron a cabo una serie de motines durante tres días que condujeron finalmente a la expulsión del arzobispo local, por su decisión de vender las propiedades de la iglesia a una compañía norteamericana. En este artículo se estudia la protesta con el fin de entender las relaciones conflictivas que se presentaban entre la sociedad, los entes políticos y la Iglesia Católica como institución en la Costa Caribe colombiana. Para entender este levantamiento popular se plantea que a los sentimientos anti-imperialistas que afloraron en medio de las manifestaciones, debemos agregarle las posturas críticas que existían en la sociedad local frente al poderío económico y político del clero; así como la concepción que se tenía en la región sobre la religión, dadas las características libertarias y de irreverencia que imperaban, en medio de una comunidad signada históricamente por la diversidad cultural y por las frecuentes acciones fuera de la institucionalidad.
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