Summary: | Pedro Antonio de Alarcón, autor de la crónica de viajes que lleva por título De Madrid a Nápoles (1861), se presenta a sí mismo en sus páginas como un observador crítico del incipiente fenómeno delturismo organizado, en torno al cual disemina en el texto numerosas observaciones. Alarcón enjuicia también de modo negativo los nuevos auxilios editoriales que, tales como la guía turística, cuentan con el favor creciente de los viajeros de mediados del siglo XIX. Desde unpunto de vista formal, la obra se presenta como una hibridación de géneros que une estrategias redaccionales que derivan de la innovadora crónica periodística, clichés formales propios de la narrativa tradicional de viajes (básicamente las queentroncan con el diario y el epistolario), coexistiendo todo ello con abundantes notas en estado bruto del viajero que va dejando constancia periódica de sus impresiones en su diario personal.
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