Summary: | Los niños y niñas en riesgo de calle plantean el inicio de una problemática que puede devenir en la desafiliación social de sectores cada vez más amplios de la infancia y la juventud.Diversos organismos han intentado brindar apoyo a estos niños y niñas, e impulsar su relación con la institución educativa como principal medio de arraigo e inserción con lo social. El educador seconvierte en una figura preponderante de articulación entre el proyecto de las organizaciones de asistencia y el niño o niña que transita en el proceso de callejerización. En sus actividades cotidianas, el educador o educadora no sólo hace un uso racional de las habilidades y capacidades profesionales que posee, sino que también se involucra en tanto sujeto socio-histórico en registros afectivos, simbólicos y fantasmáticos frente a sus alumnos y alumnas, y frente a la organización educativa; dicha relación es la que estudiaremos aquí mediante el concepto de implicación. En este artículo, analizaremos los componentes sociales y afectivos de la implicación de educadores y educadoras de niños y niñas en riesgo de calle frente a su labor docente a través de un Taller basado en el Grupo de Investigación e Implicación –GII- propuesto desde la Sociología Clínica.
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