Summary: | Este artículo pretende mostrar cómo el sistema de salud pública encuentra un medio de regulación sanitaria en las relaciones horizontales entre mujeres pobres de la ciudad de Recife, Pernambuco. Las Agentes Comunitarias de Salud (ACS) llevan adelante el control sanitario de familias pobres y, en particular, de la relación madre-hijo, que se vive generalmente dentro de redes femeninas de apoyo. Las ACS actúan como una "policía" de la maternidad, con el propósito de alcanzar objetivos sanitarios tales como la reducción de la mortalidad infantil. Las ACS trabajan en el mismo barrio donde residen, son también mujeres de sectores populares y forman parte de las redes de apoyo femenino que deben controlar. La posición de ACS se construye, entonces, como una "policía amiga", donde el control se basa en relaciones horizontales. Dicha horizontalidad permite además el fenómeno contrario, por el cual la ACS es controlada por los habitantes del barrio.
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