Summary: | <p>RESUMEN: La escuela no es todavía un espacio de igualdad, sino que sigue difundiendo los valores propios de una cultura androcéntrica. Los chicos tienen, por lo general, un concepto mucho más positivo respecto de sí mismos que las chicas aunque, por regla general, éstas obtienen un mayor rendimiento académico, tanto si se evalúa a través de las calificaciones escolares otorgadas por los profesores, como si se evalúa a través de pruebas estandarizadas. No obstante, las expectativas que los docentes mantienen respecto de ambos géneros son distintas y la asignación de tareas fuera de la relación propiamente instructiva también suele estar habitualmente sesgada por los estereotipos sexuales.</p><p>ABSTRACT: The school is still not an area of equality, but rather continues to propagate the values of an androcentric culture. In general, boys have a much more positive concept of themselves than girls, although as a rule the latter perform better academically, both in school marks given by teachers and in standardized tests. Nevertheless, the expectations of the teachers with regard to bolth sexes are different and the allocation of tasks outside the strictly instructive relationship is also usually biased by gender stereotypes.</p>
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