Summary: | Este artículo presenta un estudio experimental de la variación de las tensiones de empuje sobre una pared que soporta un suelo reforzado con geomallas. Para ello se utilizó un equipo diseñado y construido especialmente para ejecutar ensayos de empuje bajo condiciones de deformación plana. Se describe el equipo de ensayo y los instrumentos de medición, así como el suelo y la preparación de las muestras de arena y la geomalla utilizada. En la primera etapa de la investigación se ensayan muestras sin reforzar y se comparan los resultados con aquellos provenientes de las teorías clásicas de empuje. Posteriormente se presentan los resultados de ensayos de empuje en suelo reforzado con una, dos, tres y cuatro geomallas. Se concluye que la incorporación de geomallas como refuerzo en el suelo disminuye el empuje ejercido por el suelo sobre la estructura de contención. Esta disminución del empuje es de aproximadamente un 25% cuando se usa una geomalla, un 50% con dos o tres geomallas y de un 75% con cuatro geomallas para los espaciamientos, sobrecargas e incremento de desplazamientos usados. Resultó posible identificar que la distribución de la tensión de empuje con la profundidad no sólo no sigue la variación triangular sino que se desarrollan arcos de tensiones en el suelo entre las geomallas.<br>This article presents an experimental study on the variation with depth of the stresses due to lateral earth pressure on a wall retaining a soil reinforced with geogrids. To this end, an apparatus was designed and constructed especially tailored for performing lateral earth pressure tests under plain strain conditions. The experimental apparatus and the measurement instruments as well as the soil and the sample preparation and the geogrids used, are described. In a first stage of research, samples without reinforcing are tested and the results are compared with those from classic earth pressure theories. Subsequently, results from lateral earth pressure tests in soils reinforced with one, two, three and four geogrids are presented. It is concluded that the inclusion of geogrids as soil reinforcement reduces the earth pressure on the retaining structure. This lateral earth pressure reduction is approximately of 25% when one geogrid is used, 50% with two or three geogrids and 75% with four geogrids for the spacing, surcharges and displacement increments used. It was possible to identify that the lateral earth pressure distribution with depth not only does not follow a triangular variation, but it develops stress arching in the soil and between the geogrids.
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