Summary: | La realidad escolar en la que a diario desempeña su tarea el docente católico, reviste una singular responsabilidad personal, profesional y vocacional. Esto conlleva a hacer una lectura discriminada de los desafíos que se presentan en el aula y a los que el docente debe atender, mediando entre la normativa oficial, el sentido común y las convicciones personales de fe que revisten a su creencia.
Sin embargo, cuenta con una brújula existencial que es la vida de Dios hecho hombre, manifiesto en su llamado personal al ejercicio de la docencia y a la búsqueda consecutiva de instaurar en el aula el Reino de los cielos y los fines de los bienes eternos.
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