Summary: | La impunidad de las violaciones de derechos humanos cometidas en el marco de la actividad empresarial ha sido motivo de preocupación para numerosos organismos internacionales en los últimos decenios. Desde las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, organismo pionero en esta preocupación, han sido numerosos los instrumentos internacionales que se han elaborado sobre el tema. Pero son los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de las Naciones Unidas, aprobados en 2011 a partir del texto elaborado por el relator John Ruggie, el documento de mayor alcance en cuanto a la necesidad de proteger los derechos humanos también en la actividad productora, comercial o financiera. Los veinticinco principios de este texto se dividen en tres bloques, que corresponden a los tres pilares definidos por John Ruggie como marco conceptual de este documento y que son proteger, respetar y reparar. A pesar de que en ningún momento estos principios o los planes nacionales aprobados para su aplicación mencionan los archivos o la gestión documental, un análisis pormenorizado de ellos nos lleva a ver que tanto la gestión documental como los archivos serán herramientas indispensables para que sean aplicables, al igual que ocurre con el resto de los instrumentos internacionales que analizamos en este artículo.
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