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Para finales del Barroco, se consideraba en los círculos oficiales que la Conquista de la Nueva España no había sido contada acertadamente. Antonio de Solís y Rivadeneyra, un escritor y clérigo, fue el encargado de hacer la historia oficial, publicada en 1684, en Madrid, conocida como Historia de la conquista de México. En este trabajo se explora su pertenencia al género demostrativo, de acuerdo con la clásica tipificación grecolatina y con los fines y modos propuestos, a su vez, por Luis de Granada a fines del XVI. Se podrá comprobar que el trabajo solisiano resulta ser un panegírico a Hernán Cortés pero con severas enmiendas y descréditos a la historia testimonial publicada post mortem, en 1632, por Bernal Díaz del Castillo.
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