Summary: | El artículo plantea la necesidad de que la evaluación de carreras e instituciones, en el marco del discurso de la calidad universitaria y la rendición de cuentas, considere criterios que valoren las condiciones curriculares en que hombres y mujeres se relacionan durante el desarrollo de una carrera. Además de cómo estas relaciones contribuyen o no a modificar, las formas tradicionalmente discriminatorias en perjuicio de las mujeres. Se ofrece una serie de elementos que pueden derivar en criterios de evaluación, desde una perspectiva de género y que, necesariamente, contribuyen a definir la calidad universitaria.
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