Summary: | En este artículo, el autor realiza un análisis filosófico-político de la disociación entre la noción
política de ciudadanía y la comunicación mediática, con el propósito de comprender el estatus
político del derecho a la expresión pública. En el trabajo se sostiene que la comunicación
ya no es más un acto político y por ello ya no conserva la característica imprescindible
llamada performabilidad, que abarca la polémica, la visibilidad, la accesibilidad, la posibilidad
de preguntar, de replicar y de discutir. En este tenor, el autor destaca que mientras en
las constituciones la definición de ciudadanía está anclada a un carácter asociativo y discursivo,
los nuevos medios de comunicación hacen posible la desarticulación de la implicación
antropológica necesaria en el acto comunicativo; esto porque tal parece que la reunión pública
ya no es una necesidad humana para realizar el intercambio de ideas y para formar y conformar
las opiniones, pues los medios de comunicación están invadiendo este espacio. Como
consecuencia, existe una contradicción entre el sistema democrático y las prácticas de comunicación
sin participación pública.
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