Revisión sistemática del papel actual de los videolaringoscopios

Desde que Macintosh (1.943) y Miller (1.941) crearon sus Laringoscopios Directos (LD) se han hecho muchos intentos para mejorar estas técnicas y equipo según ha ido avanzando la tecnología. Con el surgimiento de los videolaringoscopios (VL), que permiten una visión de la entrada de la glotis indepen...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Eugenio Martínez Hurtado, Miriam Sánchez Merchante
Format: Article
Language:Spanish
Published: AnestesiaR 2014-03-01
Series:Revista Electrónica de AnestesiaR
Subjects:
Online Access:http://revistaanestesiar.org/index.php/rear/article/view/218
Description
Summary:Desde que Macintosh (1.943) y Miller (1.941) crearon sus Laringoscopios Directos (LD) se han hecho muchos intentos para mejorar estas técnicas y equipo según ha ido avanzando la tecnología. Con el surgimiento de los videolaringoscopios (VL), que permiten una visión de la entrada de la glotis independiente de la línea de visión, especialmente los que poseen palas anguladas, se ha visto que ya no se podían aplicar las limitaciones tradicionales para la laringoscopia directa. La mejor evidencia disponible sobre la incidencia de dificultad encontrada durante la laringoscopia directa viene dada por un metaanálisis de 50.760 pacientes en los que la dificultad en la laringoscopia directa se encontró en el 5,8% de los sujetos (IC 95% 4,5-7,5). Este metanálisis excluía a todos los pacientes cuyas vías respiratorias eran “anatómicamente anormales” o en los que el LD se planteó como inapropiado. La definición de laringoscopia difícil incluyó a todos los sujetos con Cormack y Lehane (CL) 3 o mayor. En cuanto a la incidencia real de intubación difícil en este grupo de laringoscopia difícil, se presume menor de 5,8% ya que muchos pacientes con un CL 3 fueron intubados con éxito mediante laringoscopia directa y el uso de una bujía elástica si se tenía cierta experiencia. Por lo que habría un 95% de tasa de éxito de intubación mediante laringoscopia directa. Y es contra este elevado porcentaje de éxito contra el que los nuevos métodos de videolaringoscopia deben evaluarse.
ISSN:1989-4090
1989-4090